martes, 24 de abril de 2012

Primero de Mayo, ¿algo que celebrar?


Por Mario Romero

En unos días se conmemorará en México, y en otras latitudes del mundo, el Día del Trabajo. Una fecha por demás importante para la clase trabajadora en la que se recuerda no sólo a los mártires que murieron en busca de mejores condiciones laborales, sino también los principales preceptos contenidos en el artículo 123 de nuestra Carta Magna.

La pregunta es: “¿Hay algo que celebrar todavía este 1 de mayo?” El cuestionamiento viene a cuento porque al leer esta mañana los encabezados de la prensa escrita, me enteré de que las cifras oficiales sobre desempleo en el país no son muy exactas, en otras palabras, están “maquilladas”.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el número de personas sin empleo en el país, hasta el 2011, es de 2.5 millones, sin embargo, un estudio del Centro de Análisis CAM de la Universidad Nacional Autónoma de México revela que la cifra podría alcanzar los 8.7 millones de mexicanos desempleados.

Dicho estudio señala también que, en lo que va del sexenio del presidente Felipe Calderón Hinojosa, el poder adquisitivo de los mexicanos se ha deteriorado en un 42 por ciento y los precios de los productos de la canasta básica han aumentado hasta un 12 por ciento, en promedio, en el último año.

Y qué decir de los constantes incrementos a los combustibles, al gas y otros insumos de primera necesidad. Por eso este texto sobre el Primero de Mayo nos invita a preguntarnos si realmente hay algo que celebrar.

Ante un panorama económico no muy alentador para la clase trabajadora, es importante cuidar nuestro salario, tratar de ahorrar por lo menos un 10 por ciento del sueldo mensual para enfrentar cualquier imprevisto que pueda afectar la estabilidad de la familia.

Aunque parezca una frase trillada: “más vale prevenir que lamentar”. No hay como vivir tranquilo y sin preocupaciones para tener una buena calidad de vida.

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